Sea cual fuere su raza,
cada recluso es ciudadano
de un pueblo de piedrea que
existe en el interior de los muros,
guardados por ametralladoras:
cinco hectáreas grises de calles de cemento,
bloques de celdas y talleres.
.
Metete a Capote en el ojete,
grita uno de acaaca no es como alla,
no te comas su verdad
si Dios es santo en esta landia
es para no caer en este lugar
.
La yuta corta los hilos de
la marioneta y la deja caer
en ves de seguirlos para ver
quien es el titiritero, susurra uno
y continua luego, mientras mas alto están
mas largas tienen que ser las patas
de su mentira para llegar al suelo

.
Machain, Lisandro Lunes diciembre de 1996